Se requiere cuando la calidad de los seminogramas previos no asegura que el semen sea apto para FIV convencional o para otras técnicas como ICSI o Fertile. Este estudio lo realizan los embriólogos que van a realizar el tratamiento. Asimismo, seleccionan la mejor forma de preparar esa muestra para el día de la FIV y analizan si hay contaminación.